A medida que va pasando el verano, van aumentando el número de chabolas en el Charco de la Pava. Son chabolistas procedentes de Rumanía, Portugal, África e incluso España. Muchos de estos chabolistas se refugian bajo las vigas de los puentes cercanos por el miedo a un desalojo o a una lluvia torrencial (típicas en verano). Los que se quedan en el Charco de la Pava están dando una imagen sucia y abandonada ya que amontonan la basura y ésta acaba cayendo al cauce por su propio peso.El Ayuntamiento pretende actuar, por lo cual en primer lugar se actúa con los servicios sociales, después con el servicio de limpieza y finalmente una operación de desalojo si fuera necesaria.
En total unas 2000 personas habitan en infraviviendas repartidas por El Vacie, con unas 1000 personas; Torreblanca, con unas 80 familias que pueden llegar a ser 400 personas; la avenida del Cerezo, con 100 personas aproximadamente; los bajos del Puente de San Juan y los alrededores del Charco de la Pava.
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